lunes, 2 de julio de 2012

Museo Guggenheim; Schopenhauer, Hegel y el azar


Arthur Schopenhauer, el malicioso autor de libros de autoayuda del s. XIX, dijo una vez sobre Hegel, con más resentimiento que rigor, que este se limitaba a escribir páginas y dejaba a los demás la labor de encontrarles algún sentido.

 El Museo Guggenheim de Frank Gehry (1997) es también una obra en busca de un sentido. El que cada uno sea capaz de encontrarle. Gehry desarrolló el proyecto a partir de una maqueta, una escultura en miniatura donde la forma aplica su tiranía sobre la función. La obra se termina con una sensación de casualidad, de azar, donde el resultado es el que es, pero podía haber sido otro completamente diferente.

 Aún así, en el desenlace final, la funcionalidad consigue hacerse un hueco; las obras de arte, visitantes y empleados logran una protección razonable frente a la lluvia y el sol, durante el invierno puede alcanzarse una temperatura adecuada y tal vez sea posible conseguir una comida decente dentro del Museo.

 También el azar, u otras razones psicológicas más complejas que llevan a los turistas a visitar los museos de arte moderno fuera de sus ciudades, han contribuido a que el Guggenheim haya situado a Bilbao en todas las guías de viajes del mundo. Gracias Mr. Gehry.


Museo Guggenheim
Alameda de Mazarredo


Foto: wikipedia