En el 2007, el equipo de arquitectos de IMB terminan la
remodelación de la biblioteca foral, obra original de Juan Carlos Guerra
(1924). Y con una idea simple pero genial consiguen algo más que un cambio
infinitesimal en el paisaje de Bilbao y en la historia de la arquitectura de la
ciudad.
Solo cabe preguntarse por el sentido de las frases que
arañan las cristaleras. Tal vez su ausencia hubiera conseguido un efecto más
transparente y quizá más efectivo.