jueves, 9 de agosto de 2012

Puente de La Salve, juegos infantiles


La magia de este puente está en que nunca hubiéramos sospechado lo que puede encerrar un bote de pintura y unos cuantos recortes de chapa.

 En 1972, el ingeniero Juan Batanero creó lo que, desafíos de ingeniería aparte, no era más que un pontón para superar un obstáculo natural y una secuela de la desgana y desesperación de una ciudad de los setenta en la etapa final de su gloriosa historia industrial.

 Pasado el tiempo, y a fuerza de enérgicos brochazos, el artista Daniel Buren volvió  a soñar en el 2006 lo que debería ser un gran puente en una ciudad como Bilbao junto a un museo como el Guggenheim. Como todo se estaba inventando de nuevo entonces, imaginó que jugaba como un niño con unas regletas de madera a escala natural. Prismas y cilindros, cubos y sobre todo esos maravillosos arcos de color rojo que hoy dan el carácter lúdico a la zona.

 Por suerte para Bilbao, Daniel Buren eligió las regletas de colores y no una consola.



Foto: wikipedia