martes, 28 de agosto de 2012

Jardines de Albia, parques para después de una crisis


Algunos, a diario, se pasean por los alrededores de la Gran Vía, indiferentes al encanto de los Jardines de Albia. Hacen mal. Bilbao, esta ciudad donde la arquitectura se escribe con los rigurosos renglones del racionalismo o con la poesía embarullada del eclecticismo, nos sorprende a menudo con unas líneas bucólicas y mansas como las trazadas por Pedro Ispizua (1944) para este recoleto parque urbano.

 Nos adentramos unos metros y nos envuelve un silencio cimbreante de ramas y color. La caligrafía romántica y versátil de Ispizua consigue otra vez jugar con nuestros sentimientos y después de hurgar en la sentina de nuestro ser, extrae al menos un poco de paz.

 Media hora en estos jardines bastan para hacernos pensar que un futuro mejor todavía es posible.
Foto: wikipedia