sábado, 11 de agosto de 2012

Edificio de viviendas en Gran Vía, torres de gimnasio


Al final de la Gran Vía, cuando esta empieza a perder su nombre, se levanta este opulento edificio de Pedro Ispizua (1943). De un clasicismo cimarrón y resabiado, resalta por la magnificencia de sus torres en esquina.

 Ispizua, después de dibujar con trazos rápidos y precisos unas torres elegantes y galanas, como es la norma en tantos edificios del ensanche, debió cambiar de idea y sometió a sus criaturas a un tratamiento intensivo de esteroides. El resultado de los experimentos del doctor Ispizua son unos masivos bastiones en esquina que le dan su personalidad original y encanto a esta obra que adorna la Gran Vía.

 La levadura que ha levantado estas torres era el secreto mejor guardado de nuestro buen doctor.



Edificio de viviendas
Gran Vía 68