lunes, 9 de julio de 2012

Edificio en Plaza Euskadi, belleza encriptada


Cuando deseamos proteger algo valioso, una alternativa es el enmascaramiento. La información o el acceso a ella, pueden convertirse en inaccesibles con el empleo de la criptografía, que convierte la luz en oscuridad mediante el empleo de algoritmos matemáticos.

El edificio de Carlos Ferrater (2011) en la Plaza Euskadi insinúa un proceso de este tipo. La ocultación de las ventanas ofrece un aspecto aleatorio que lo torna en inescrutable.

 Carlos Ferrater parece haber renunciado a una de las herramientas básicas del arte, la creación de expectativas, tan útil en la literatura y la música clásica, y donde el autor nos hace preveer siempre el próximo paso, para luego confirmar lo que prevemos o para jugar con nosotros tomando un nuevo rumbo sorprendente.

 Este turbador edifico rompe las expectativas al no ofrecernos de inmediato algo tan fundamental como las ventanas. Algún día daremos con su clave y este se mostrará en todo su esplendor.