martes, 4 de octubre de 2011

Edificio de viviendas en Ercilla, marinero en tierra

Edificios como el de la calle Ercilla de Rafael Fontán (1943), son de los que convierten a sus autores en algo más que una nota a pie de página en la historia de la arquitectura bilbaína.

El fino racionalismo de Fontán tiene ese aire naval, casi de ingeniería, que comparten muchos de los mejores ejemplos de la escuela racionalista. Las curvaturas y el predominio de líneas horizontales nos trasladan a las despejadas cubiertas de los grandes transatlánticos de la Cunard de la primera mitad del siglo XX. Los pasamanos de tubo metálico ahondan en ese efecto y nos ofrecen un asidero firme en los días de viento duro del nordeste.

El ángulo agudo de la planta configura la proa del edificio que queda rematada en la cabina-torre del piloto. Todo el conjunto transmite una sensación de movimiento  plácido e ineludible, cuyo destino final, tal vez solo lo supo aquel arquitecto marítimo y sensible que fue Rafael Fontán.

Edificio de viviendas en Ercilla
Ercilla 43