domingo, 24 de julio de 2011

Casa Montero, los arabescos del gusto

El paso del tiempo puede dar una segunda oportunidad a cualquier escuela artística y hasta en las cenizas de la moda de los ochenta pueden quedar algunos rescoldos que reanimen aquellos peinados y aquellas hombreras.

El modernismo de principios del siglo XX de la Casa Montero (Luis Aladrén, Jean Baptiste Darroguy – 1904) ha seguido una suerte similar. El paso de los años, de las décadas, de las guerras, de los vaivenes en el largo de las faldas, han sumado a este movimiento sucesivas capas de encanto. En 1904 el modernismo pudo ser un estilo excesivo y tal vez un medio de ostentar la riqueza que se estaba acumulando por algunos industriales en Europa y en España, sobre todo en Cataluña. No cuesta mucho imaginar a unos prósperos caballeros con levita, a los que solo unas décadas separan de la pobreza, ordenar a sus arquitectos las decoraciones más espesas y complicadas solo porque eran caras y exclusivas. Hoy es un privilegio de los bilbaínos el poder disfrutar de las texturas imposibles de la fachada de este edificio.

El gusto tiene estas cosas. En Bilbao la Casa Montero es el único ejemplo de vivienda modernista. Los nuevos ricos de entonces eligieron otras formas de expresión artística.  

Casa Montero
Colón de Larreátegui – Alameda de Rekalde, 34

Foto: wikimapia.org